Problemas gastrointestinales y náuseas se cuentan entre los problemas que puede generar el consumo de ciertas vitaminas en grageas.
Debido a que las personas cada día valoran más el beneficio que tiene las vitaminas en nuestro bienestar físico, mental y fisiológico, el consumo de suplementos vitamínicos en grageas se ha incrementado cada día en la última década. Sin embargo, el alto consumo ha pasado por alto la toxicidad que éstas puedan acarrear, pese a que la absorción es menor que las provenientes de fuentes naturales.
Este problema se da principalmente en el caso de las vitaminas liposolubles: A, D, E, K ya que por su naturaleza química son más difíciles de eliminar y se depositan en los tejidos.
La vitamina D y la E son las que lideran el mercado, la primera por su importancia en el metabolismo del calcio y por ende en la prevención y tratamiento de la osteopenia y la osteoporosis. En el caso de la vitamina E por su propiedad antioxidante, su efecto protector del daño oxidativo a nivel celular, vasodilatador arterial, regularización de la circulación y por que previene la formación de trombos, disminuyendo el riego de padecer infarto de miocardio.Los principales trastornos que ocasionan el consumo indiscriminado de vitaminas va desde náuseas, gases hasta diarrea. Sin embargo, en al caso de la vitamina E , aparte de los síntomas señalados, el principal problema que se ha observado es su incremento en la actividad de los coagulantes, por ende las personas que toman este tipo de medicamento no debieran consumir suplementos de esta vitamina y preferir fuentes naturales de ella. Además, se ha investigado que si bien en dosis moderadas de esta vitamina previene enfermedades cardiovasculares, su sobreconsumo se asocia con un incremento del riesgo cardiovascular.
Las vitaminas hidrosolubles se eliminan principalmente por la orina, sin embargo, el consumo excesivo de éstas hace que no se alcancen a metabolizar adecuadamente llevando con ello acumulación de sus metabolitos, acareando consigo alteraciones. El ejemplo más clásico de esto es la vitamina C, donde en invierno se incrementa mucho su ingesta en forma de suplementada por su relación con la fortificación del sistema inmune y su relación con la prevención de gripes y resfríos.
Los principales problemas que acarrea la sobredosis de vitamina C también se asocian a problemas gastrointestinales como náusea, diarrea y cólicos abdominales, sin embargo se ha documentado científicamente que su sobre consumo puede provocar deficiencia vitamina B12, hemólisis eritrocitaria (destrucción de glóbulos rojos), retención corporal de hierro y escorbuto de rebote.
Como conclusión se tiene que si bien en ciertos casos puede ser aconsejable consumir suplementos vitamínicos, por ejemplo ante una dieta muy restringida, éstos pueden ocasionar problemas a nuestra salud, partiendo con signos gastrointestinales clásicos como náusea, diarrea, cólicos abdominales y posteriormente alteraciones orgánicas que varían dependiendo de la vitamina que se encuentre en niveles tóxicos.
Por lo anterior siempre se recomienda, por sobre todo, preferir las fuentes naturales de vitaminas como las frutas, verduras, frutos secos y productos de origen animal y vegetal, y que no solo nos ofrece una gran gama de vitaminas por productos, sino que la forma química en la cual vienen estas vitaminas son más absorbidas por nuestro cuerpo.
Por todo ello, antes que una cápsula prefiera jugos natrales, idealmente mezclando al menos dos frutas o incorporándoles verduras como naranja, plátano o zanahoria, betarraga por decir algunas. De hecho el tónico de preferencia recomendado por las abuelitas es el jugo de zanahoria con betarraga y naranja. Alguna vez también escuche de los naturistas que mezclar el jugo de 7 especies entre frutas y verduras era lo ideal por la entrega de gran variedad de vitaminas y minerales en cantidades adecuadas.
Fuente: http://www.guioteca.com/nutricion/el-peligro-de-las-vitaminas-en-pastillas/
Este problema se da principalmente en el caso de las vitaminas liposolubles: A, D, E, K ya que por su naturaleza química son más difíciles de eliminar y se depositan en los tejidos.
La vitamina D y la E son las que lideran el mercado, la primera por su importancia en el metabolismo del calcio y por ende en la prevención y tratamiento de la osteopenia y la osteoporosis. En el caso de la vitamina E por su propiedad antioxidante, su efecto protector del daño oxidativo a nivel celular, vasodilatador arterial, regularización de la circulación y por que previene la formación de trombos, disminuyendo el riego de padecer infarto de miocardio.Los principales trastornos que ocasionan el consumo indiscriminado de vitaminas va desde náuseas, gases hasta diarrea. Sin embargo, en al caso de la vitamina E , aparte de los síntomas señalados, el principal problema que se ha observado es su incremento en la actividad de los coagulantes, por ende las personas que toman este tipo de medicamento no debieran consumir suplementos de esta vitamina y preferir fuentes naturales de ella. Además, se ha investigado que si bien en dosis moderadas de esta vitamina previene enfermedades cardiovasculares, su sobreconsumo se asocia con un incremento del riesgo cardiovascular.
Las vitaminas hidrosolubles se eliminan principalmente por la orina, sin embargo, el consumo excesivo de éstas hace que no se alcancen a metabolizar adecuadamente llevando con ello acumulación de sus metabolitos, acareando consigo alteraciones. El ejemplo más clásico de esto es la vitamina C, donde en invierno se incrementa mucho su ingesta en forma de suplementada por su relación con la fortificación del sistema inmune y su relación con la prevención de gripes y resfríos.
Los principales problemas que acarrea la sobredosis de vitamina C también se asocian a problemas gastrointestinales como náusea, diarrea y cólicos abdominales, sin embargo se ha documentado científicamente que su sobre consumo puede provocar deficiencia vitamina B12, hemólisis eritrocitaria (destrucción de glóbulos rojos), retención corporal de hierro y escorbuto de rebote.
Como conclusión se tiene que si bien en ciertos casos puede ser aconsejable consumir suplementos vitamínicos, por ejemplo ante una dieta muy restringida, éstos pueden ocasionar problemas a nuestra salud, partiendo con signos gastrointestinales clásicos como náusea, diarrea, cólicos abdominales y posteriormente alteraciones orgánicas que varían dependiendo de la vitamina que se encuentre en niveles tóxicos.
Por lo anterior siempre se recomienda, por sobre todo, preferir las fuentes naturales de vitaminas como las frutas, verduras, frutos secos y productos de origen animal y vegetal, y que no solo nos ofrece una gran gama de vitaminas por productos, sino que la forma química en la cual vienen estas vitaminas son más absorbidas por nuestro cuerpo.
Por todo ello, antes que una cápsula prefiera jugos natrales, idealmente mezclando al menos dos frutas o incorporándoles verduras como naranja, plátano o zanahoria, betarraga por decir algunas. De hecho el tónico de preferencia recomendado por las abuelitas es el jugo de zanahoria con betarraga y naranja. Alguna vez también escuche de los naturistas que mezclar el jugo de 7 especies entre frutas y verduras era lo ideal por la entrega de gran variedad de vitaminas y minerales en cantidades adecuadas.
Fuente: http://www.guioteca.com/nutricion/el-peligro-de-las-vitaminas-en-pastillas/